Entramos en el año 1864 con una
serie de donaciones por parte de hermanos y devotos de nuestra Hermandad. Un
magnifico manto negro bordado ricamente para Nuestra Señora de la Merced, así
como una saya de terciopelo morado, ambas prendas obra de Patrocinio López, un
pañuelo también de gran valor artístico, regalo de las esposas de los cofrades
y miembros de Junta Eduardo Delgado y Manuel Noriega. Este último además dona una
diadema con la que procesiona ese año en lugar de la corona.
En 1865 se estrena el paso que
realizó Juan Rossi, de madera tallada y dorada con candelabros obrados también
por el mismo autor. El paso de palio se enriquece con los nuevos candelabros de
cola, obra del cofrade Joaquín Díaz, que resaltaron aún más el magnífico manto
estrenado el año anterior. Finalmente y pese a los estrenos, la Hermandad no pudo
realizar la Estación
de Penitencia por causa de la lluvia.
El paso de la Santísima Virgen
estrena en 1867 el palio de tisú de oro, la imagen de San Juan estrena una capa
de las denominadas a la romana que fue confeccionada el año anterior.
Nuevamente ese año hay reforma en las túnicas de los nazarenos, los antifaces
son más pequeños que los anteriores, confeccionado en merino color morado y por
vez primera los nazarenos lucen el escudo mercedario sobre el antifaz, está
bordado sobre terciopelo color carmesí con hilos de seda blanco y amarillo.
En el mes de junio de 1868 la Hermandad de Pasión se
fusiona con la
Hermandad Sacramental , Ánimas Benditas y Rosario de la Parroquia de San Miguel.
Ese mismo año la
Junta Revolucionaria decreta el cierre y demolición de la Iglesia , lo que provoca
que la Hermandad
se traslade a la
Iglesia Parroquial del Divino Salvador, instalándose en los
altares centrales de la nave de la Epístola. Dicho traslado se hizo gracias a la
disponibilidad del entonces párroco del Salvador Dr. Cruz, que enterado del
acuerdo de la demolición del templo ofreció lugar en el Salvador, previa
autorización del Secretario de Cámara del Arzobispado don Victoriano
Guissasola. Un año después la
Hermandad firma con los claveros de la Parroquia del Salvador
el alquiler de un local en el Patio de los Naranjos del citado templo para
almacenamiento de los enseres. La
Hermandad no se pudo hacer cargo del local referido hasta que
la Autoridad Eclesiástica
no dio el visto bueno, lo que sucedió el 7 de febrero de 1871.
De nuevo en 1871 surgen
dificultades para realizar la Estación de Penitencia. La salida se pudo
realizar gracias a la subvención del Gobierno de la Nación.[i]
En 1877 S.M. el Rey acompañado de
la Familia Real ,
entregó un gran donativo a nuestra Hermandad, gracias al mismo se pudieron
hacer varias restauraciones en los enseres.
En el año1878 nuevo cambio en las
túnicas de los nazarenos. En esta ocasión las llevan negras de cola, sandalias
de cuero y cinturón de esparto de unos ocho centímetros de ancho y cíngulo de
igual material, el escudo de la
Merced en el antifaz. Las mismas que tenemos hoy. Existen
dibujos de la época que los nazarenos visten túnica negra con esparto y cíngulo,
con la salvedad de que calzan medias y zapatos de charol con hebillas.
En enero de 1885, la imagen de
nuestro Titular estaba presidiendo el Altar Mayor para los cultos anuales. La
predicación de la
Función Principal estuvo a cargo del Cardenal de la Archidiócesis Hispalense ,
Fray Ceferino González y Díaz, concelebrando el obispo de Coria don Marcelino
Spinola. Al acto asistieron, demás de la Reina Madre S.M.
Isabel II, las autoridades civiles y militares de Sevilla, y la alta
aristocracia de Sevilla. Al finalizar el acto, se hizo por las damas asistentes
una cuestación económica entre las numerosísimas personas que llenaban el
templo, ascendiendo lo recaudado a diecisiete mil reales.
En 1890 la Junta de Gobierno
acuerda que todo el cortejo procesional vista túnica de nazareno, se suprimen
así los hermanos que hacía la Estación de Penitencia vestidos de serio. También
es el primer año que figuran mujeres en el cortejo, según la nómina asistieron
prácticamente totalidad de las hermanas.
En 1900 la Hermandad deja de
prestar las túnicas para la Estación de Penitencia, los hermanos deben
confeccionarse una o comprar las que posee la Hermandad. La edad reglamentaria
para realizar la Estación de Penitencia se fija en 15 años.
José
Mª Villajos Ruiz
[i] En
1871 las cofradías por primera vez y de forma regulada reciben una subvención
del Gobierno de la Nación. El ministerio
enterado de las dificultades de las hermandades sevillanas para hacer su
Estación de Penitencia, y que por parte del Ayuntamiento de la ciudad no hace
nada para dar solución al problema, ordenó al Gobernador que proveyera los
fondos necesarios a todas y cada una de las hermandades los medios económicos
necesarios para que puedan hacer su Estación de Penitencia.
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