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El público ante los pasos, tras abrir las puertas de la Colegial.
Fotografía: Kako Rangel para ABC |
Como bien sabemos, debido a las inclemencias del tiempo, nuestra Archicofradía no pudo realizar ayer su preceptiva Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral. La decisión tomada, como bien nos dijo nuestro Hermano Mayor, era la única que podía tomarse, dados los pronósticos que manejábamos: este ejercicio de responsabilidad por parte de la Hermandad y de su Junta de Gobierno se vio refrendado por la adversa climatología que, tanto en la tarde y noche de ayer como aún a día de hoy, continúa sufriendo nuestra ciudad. Como es preceptivo en nuestras Reglas, al no realizar nuestra Estación se rezaron las catorce estaciones del Vía+Crucis y las preces por nuestros hermanos difuntos, con una ejemplar compostura por parte del cuerpo de nazarenos, acólitos, costaleros y hermanos que llenaron las naves de la Colegial, al igual que también había ocurrido durante la celebración de la Eucaristía, en la que la comunión por parte de los asistentes -un día tan magno como el Jueves Santo, en el que se conmemora su institución- fue asimismo masiva. Una vez disuelta la Cofradía, y tras retirarse el cuerpo de nazarenos, se abrió la Colegial al público para que pudiera visitar a nuestras Sagradas Imágenes y al Santísimo, expuesto en nuestra capilla sacramental, hasta las once de la noche, hora en la que se cerraron las puertas de la iglesia. Que Nuestro Padre Jesús de la Pasión y Nuestra Madre y Señora de la Merced os tengan en cuenta a todos el ejemplar comportamiento que ayer tuvisteis, en el que es, posiblemente -y como ya titulábamos en una entrada anterior de este blog- "el día más grande" de nuestra Archicofradía.
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