Ayer dio comienzo la tradicional Novena a nuestro Titular, Nuestro Padre Jesús de la Pasión. La magnífica estampa que ofrecía el altar de cultos nos retrotraía a épocas lejanas, en las que el Señor procesionaba con la misma túnica de acantos que lleva hoy. Un bosque de cirios sacramentales y unas jarras de lirios eran el marco en el que el Señor se exponía a la vista de sus hermanos y devotos, coronado el conjunto por el magnífico dosel de damasco rojo que luce en su crestería el escudo de la Merced: un altar que debemos agradecer a nuestro Mayordomo, a los priostes y a su equipo de auxiliares, que han trabajado durante estos días no poco a deshoras. También el discurrir del culto de ayer nos devolvió al pasado: la solemnidad que el oficiante, D. Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, Pbro., imprimió a la ceremonia, y su bella y sentida plática sobre la pregunta -que hoy continúa realizándose buena parte de la Humanidad- que Jesús el Nazareno realizó dos mil años atrás: "¿Quién dice la gente que soy Yo?", revistió los mejores matices, en su desarrollo, de las grandes piezas oratorias del pasado, aunque con un contenido enormemente actual y cercano, que -no es posible negarlo- hizo vibrar la sensibilidad de los asistentes. Igualmente, el coro interpretó un repertorio de gran calidad y con una excelente ejecución técnica, devolviendo a las Coplas de Joaquín Turina -que interpretaron durante la Comunión- su estructura y concepción originales, tal y como fueron concebidas por el compositor, notorio hermano de nuestra Archicofradía. La seriedad de los acólitos, la numerosa concurrencia de hermanos y devotos nos devolvió, como decimos, a tiempos pasados: Pasión, durante esta Novena, ha regresado más que nunca a su casa del Salvador. Galerías fotográficas del altar en: http://cofrades.pasionensevilla.tv/photo/albums/pasion-altar-novena, http://www.pasionensevilla.tv/index.php/Noticias/100109-Novena-de-Pasion.html y http://www.artesacro.org/Noticia.asp?idreg=44911
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