UNA CARTA DESDE SUIZA

Desde siempre, desde las primeras entradas de este blog, hemos animado a nuestros hermanos a ponerse en contacto con nosotros y colaborar, enviándonos artículos y comentarios, con este medio de comunicación de nuestra Hermandad. La carta que ahora subimos debe, pensamos, comentarse muy brevemente: Álvaro, su autor, ha estado estos días ayudando y apoyando incansablemente -y con la enorme generosidad, ilusión, motivación y entusiasmo de sus quince años- al equipo de priostía en el montaje de la Novena, recibiendo incluso -como él narra con gracejo- alguna que otra riña por llegar a deshoras a casa. La carta nos muestra también su nostalgia: desde Suiza, donde vive, no puede estar, como quisiera, cerca del Señor. Pero también nos hace ver meridianamente el enorme cariño a nuestra Hermandad y a nuestros Titulares que es elemento esencial del carisma del hermano de Pasión. En breve tiempo -ayer nos decía que sólo quedaban algo más de setenta días para volver a Sevilla- lo tendremos de nuevo por aquí, haciendo hermandad, con su voluntad, su trabajo y su cariño. Hasta pronto, Álvaro. Aquí, en esta que es tu casa, te esperamos. Transcribimos, a continuación, su carta:

Queridos Hnos. de Pasión:
Mi nombre es Álvaro Rossi Borrero. Tengo 15 años y soy sevillano y de la Hermandad de Pasión desde que nací. Escribo esta carta porque por circunstancias laborales de mi padre vivimos en Suiza y echo mucho de menos a mi hermandad.
El amor por Pasión me viene gracias a mi abuelo Paco, que fue hermano Mayor y al cual quiero con locura y admiro no solo por lo que ha sido para Pasión sino por ser mi abuelo y enseñarme a querer al Señor como en mi familia se le quiere.
Toda mi familia es de Pasión y todos llevamos un sentimiento muy importante en nuestro corazón. Yo a pesar de mi corta edad he vivido ya momentos muy emocionantes en la hermandad, como por ejemplo salir de nazareno delante de la Señora de la Merced muy cerquita de ella. Pero hay un momento que nunca olvidare y que gracias a las personas que están ahora en la Junta he podido vivir. Pasadas las navidades y antes de volver a Suiza he tenido la oportunidad de ayudar en priostía, cosa que me encanta puesto que mi mayor ilusión es en un futuro poder ser prioste de Pasión, pues bien pude vivir todo el besapies y el montaje completo de la novena hasta altas horas de la noche, cosa que me costo alguna que otra riña familiar, pero como digo se produjo un momento clave en esta semana y fue cuando mi amigo Pablo, o mejor mi primo Pablo como yo le llamo porque es como un hermano para mi, me invitó a llevar una de las maniguetas del pasito del Señor en el traslado al altar de novena, cosa que jamás olvidare y que me lleno de alegría y desde aquí se lo agradezco a Pablo y también a Gabriel el mayordomo. Si escribo esta carta es porque quiero a mi hermandad y porque aquí los días se me hacen inmensos y ya pienso con ver a EL en su paso y con volver el viernes de Dolores a Sevilla y acompañarle en su estación de penitencia. Si por lo que sea os parece aburrida mi carta lo entiendo porque no tengo aun mucha facilidad de palabra pero lo hago porque quiero participar desde aquí con Pasión ya que no puedo hacerlo allí presente. Agradezco a mi familia el haberme hecho hermano de Pasión y espero que la hermandad cuente siempre conmigo porque yo siempre estaré disponible.
Gracias por todo.

Desde Suiza, Álvaro Rossi Borrero.