Entrevista por Gloria Gamito para ABC de Sevilla
Hoy viernes, en una cena que se celebrará en el Hotel Meliá Sevilla, Amalia Gómez recibirá de manos del presidente del Rotary Club de Sevilla, José Luis Sánchez-Quiñones Pérez, el galardón de Sevillana del Año.
-No es sevillana de nacimiento ¿Qué ha significado para usted este galardón?
-Soy sevillana de corazón. Y eso es lo importante porque lo soy desde la libertad de elegir el tener dos tierras de origen, Murcia, concretamente el valle de Ricote y Abaran mi pueblo y Sevilla. A los dos las quiero igual, pero a Sevilla la quiero como una opción personal y a Abaran porque alli están mis raíces y es mi paraíso de descanso. Creo que el premio va a servir para recordar que en 2007 se cumplió el centenario de la fundación de Cruz Roja en Sevilla. Este es un reconocimiento que yo quiero compartir con los técnicos, con el voluntariado, con los usuarios de Cruz Roja Española porque aquí somos como un todo. Creo que éste va a a ser el premio que une a mi persona con el centenario de la Cruz Roja. Lo voy a enfocar así.
-Su carrera política es muy dilatada pero ahora es usted presidenta de Cruz Roja.
-Me hice cargo en enero de este año de Cruz Roja. Tuve mis dudas al principio, porque trabajaba de voluntaria por libre. Pero la labor de Cruz Roja y su estilo de hacer las cosas me gustaba mucho. Luego está mi amistad personal con los presidentes autonómico y nacional que me ayudaron muchísimo en la secretaría general. Me alegro mucho de haber aceptado. Me siento muy bien.
-¿Le sorprendió el premio?
-Me sorprendió la llamada del presidente del Rotary Club porque creo que hay muchas personas que hacen lo mismo que yo y me dio mucha alegría por Cruz Roja, sobre todo porque es una forma de reconocerla. El Rotary Club es una institución que todos los años hace este acto de reconocimiento con fines benéficos. Este año se destinan a la Hermandad del Rocío de Triana que tiene un centro para personas con discapacidad intelectual, y también para sus colonias infantiles. Pero a lo largo del año el Rotary, que tiene clubes en todo el mundo, hace muchas actividades de tipo asistencial y benéfico. Me sorprendió el galardón después de la talla de las personas que lo han recibido. Lo tomo como un estímulo. y digo ahora que hay que ponerse a la altura de este reconocimiento.
-En la lista de Sevillanos del Año hay muy pocas mujeres. Creo que sólo la Duquesa de Alba y usted...
-Pienso que la edad en las mujeres no se lleva. Existe machismo. El hombre no tiene edad sino sólo méritos y la mujer tiene méritos hasta que empieza a cumplir años. Por eso le agradezco mucho más al Rotary Club el galardón. Porque no sólo veo representados en mí a los cien años de Cruz Roja, sino también a tantísimas mujeres de mi edad, mayores o menores, que son magníficas profesionales y que, sin embargo, si han empezado a cumplir años tienen ese problema. Nunca llegarán a lo que se llama «el cielo de la toma de decisiones». Por cada diez hombres llega una mujer o como mucho dos.
-Usted se retiró de la política, pero no de ayudar a los demás...
-Las circunstancias de la vida cambian, pero no las convicciones. Dejé la política en el año 2000. Luego estudié portugués, ahora estoy estudiando griego moderno y me he seguido dedicando a tareas de voluntariado. Antes de una forma esporádica y ahora con un compromiso más sólido en Cruz Roja, donde en enero cumplo un año y espero estar un añito más. Pienso que hay que ir dando paso a las personas que van alcanzando experiencia pero sin traumas. A lo único que le tengo apego es a la vida, a mi familia y a mis convicciones religiosas, a mi fe. Aunque sigo manteniendo de lo que se llama el espíritu de la juventud el interés por todas las cosas, no puedo ser una persona pasiva.
-No es sevillana de nacimiento ¿Qué ha significado para usted este galardón?
-Soy sevillana de corazón. Y eso es lo importante porque lo soy desde la libertad de elegir el tener dos tierras de origen, Murcia, concretamente el valle de Ricote y Abaran mi pueblo y Sevilla. A los dos las quiero igual, pero a Sevilla la quiero como una opción personal y a Abaran porque alli están mis raíces y es mi paraíso de descanso. Creo que el premio va a servir para recordar que en 2007 se cumplió el centenario de la fundación de Cruz Roja en Sevilla. Este es un reconocimiento que yo quiero compartir con los técnicos, con el voluntariado, con los usuarios de Cruz Roja Española porque aquí somos como un todo. Creo que éste va a a ser el premio que une a mi persona con el centenario de la Cruz Roja. Lo voy a enfocar así.
-Su carrera política es muy dilatada pero ahora es usted presidenta de Cruz Roja.
-Me hice cargo en enero de este año de Cruz Roja. Tuve mis dudas al principio, porque trabajaba de voluntaria por libre. Pero la labor de Cruz Roja y su estilo de hacer las cosas me gustaba mucho. Luego está mi amistad personal con los presidentes autonómico y nacional que me ayudaron muchísimo en la secretaría general. Me alegro mucho de haber aceptado. Me siento muy bien.
-¿Le sorprendió el premio?
-Me sorprendió la llamada del presidente del Rotary Club porque creo que hay muchas personas que hacen lo mismo que yo y me dio mucha alegría por Cruz Roja, sobre todo porque es una forma de reconocerla. El Rotary Club es una institución que todos los años hace este acto de reconocimiento con fines benéficos. Este año se destinan a la Hermandad del Rocío de Triana que tiene un centro para personas con discapacidad intelectual, y también para sus colonias infantiles. Pero a lo largo del año el Rotary, que tiene clubes en todo el mundo, hace muchas actividades de tipo asistencial y benéfico. Me sorprendió el galardón después de la talla de las personas que lo han recibido. Lo tomo como un estímulo. y digo ahora que hay que ponerse a la altura de este reconocimiento.
-En la lista de Sevillanos del Año hay muy pocas mujeres. Creo que sólo la Duquesa de Alba y usted...
-Pienso que la edad en las mujeres no se lleva. Existe machismo. El hombre no tiene edad sino sólo méritos y la mujer tiene méritos hasta que empieza a cumplir años. Por eso le agradezco mucho más al Rotary Club el galardón. Porque no sólo veo representados en mí a los cien años de Cruz Roja, sino también a tantísimas mujeres de mi edad, mayores o menores, que son magníficas profesionales y que, sin embargo, si han empezado a cumplir años tienen ese problema. Nunca llegarán a lo que se llama «el cielo de la toma de decisiones». Por cada diez hombres llega una mujer o como mucho dos.
-Usted se retiró de la política, pero no de ayudar a los demás...
-Las circunstancias de la vida cambian, pero no las convicciones. Dejé la política en el año 2000. Luego estudié portugués, ahora estoy estudiando griego moderno y me he seguido dedicando a tareas de voluntariado. Antes de una forma esporádica y ahora con un compromiso más sólido en Cruz Roja, donde en enero cumplo un año y espero estar un añito más. Pienso que hay que ir dando paso a las personas que van alcanzando experiencia pero sin traumas. A lo único que le tengo apego es a la vida, a mi familia y a mis convicciones religiosas, a mi fe. Aunque sigo manteniendo de lo que se llama el espíritu de la juventud el interés por todas las cosas, no puedo ser una persona pasiva.
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