A punto de terminar el año 2009, no es malo hacer un balance de lo que ha ocurrido en nuestra Archicofradía en este último ejercicio.
Enero vio de nuevo al Señor en su tradicional y solemne Novena, en el altar mayor del Salvador: una estampa añeja, que nos devolvió a tiempos pasados (sobre todo, después del lustro en el que estuvimos lejos de nuestra sede). En unos días de reencuentro, las naves de la Colegial se llenaron para una Función Principal que por última vez presidió nuestro Cardenal.
Ha sido también el año de nuestras hermanas, que han salido -ejemplarmente, y en buen número- formando parte de la Estación de Penitencia, estación que (por primera vez) se vio precedida por la celebración de la Cena del Señor para el cuerpo de nazarenos, que asistió también a la misma en grandísimo número.
Ha sido -está siendo- el año de la restauración del patrimonio escultórico de nuestra Hermandad: nuestra Madre y Señora de la Merced volvió en septiembre, y en noviembre ha regresado el Stmo. Cristo de los Afligidos; en breves días volverá San Juan Evangelista, y Ntra. Sra. del Voto ya se encuentra en el taller de NHD. Enrique Gutiérrez Carrasquilla, que está realizando un magnífico trabajo. También se ha restaurado la imagen de Santa Librada, expuesta ya en la entrada de nuestra Casa Hermandad, tan querida por muchos hermanos y devotos; y, fruto de las gestiones de la anterior Junta de Gobierno, se concluyó por el IAPH la restauración del soberbio manto de la Virgen del Voto, una auténtica joya del bordado del siglo XVII.
Ha sido el año en el que, el pasado Lunes Santo, tuvimos un primer contacto con nuestro nuevo Arzobispo, son Juan José Asenjo, que presidió, al lado del Cardenal, el traslado del Señor a su paso: pronto lo tendremos de nuevo con nosotros, presidiendo la Función Solemne de nuestra próxima Novena.
Ha sido el año de la colocación -viejo anhelo de nuestra Hermandad- de la Sagrada Imagen del Señor en un besapié permanente que cada día atrae a más hermanos y devotos, y que bendijo (y con ello nos acompañó por última vez) nuestro Cardenal, don Carlos Amigo, que afirmo que, tras la obra, nuestra capilla se convertiría en "un gran santuario de devoción".
Ha sido también el año de la creación del Patronato de la Fundación Asistencial Ntro. P. Jesús de la Pasión; en breves fechas, Dios mediante, ese proyecto social tan relevante también estará completamente en marcha.
Ha sido el año en que los jóvenes de nuestra Hermandad se han acercado más a ella al asistir a las convivencias que para los pequeños ha llevado a cabo, durante el curso, la Diputación de Juventud; también, por primera vez, la Cruz de Mayo de nuestra Hermandad -acompañada de numerosa concurrencia infantil y juvenil- ha recorrido las calles del centro de nuestra ciudad.
Ha sido el año en el que se han recuperado las Noches Sacramentales en las vísperas del Corpus, que abarrotaron el Patio de los Naranjos del Salvador, y que obtuvieron una recaudación sustancial, utilizada para dotar a la Fundación y para socorrer económicamente a la parroquia de la Blanca Paloma, del barrio de Los Pajaritos.
Ha sido también el año de la reforma de nuestras Reglas, en las que una Comisión nombrada al efecto ha trabajado hasta proponer a los hermanos un articulado que, finalmente, hace concordar nuestros Estatutos con las Normas Diocesanas. En un Cabildo General maratoniano, se aprobaron capítulos tan importantes como la exigencia de formación para los hermanos, o el reconocimiento del voto por correo; dicho Cabildo desechó, finalmente, el acompañamiento del Cirineo en el paso del Señor, la salida con inclemencias del tiempo y aprobó la salida del palio con banda de música (será la banda de Ntra. Sra. de la Oliva de Salteras quien lo acompañe durante los próximos años). Finalmente, tenemos ya unas Reglas acordes a nuestras necesidades.
En resumen, ha sido un año para recordar, para felicitarnos por el mucho -y bueno- trabajo que se ha hecho, y para servir -como punto de partida- al próximo año, 2010, en el que, si el Señor y Su Bendita Madre así lo disponen, podamos seguir trabajando para engrandecer aún más si cabe nuestra casi quincentenaria Archicofradía.
