En el Cabildo de Toma de Horas
del año 1844, igual que sucedió en el Cabildo el año anterior, nuevamente las
Hermandades de San Isidoro, que pretendía salir el Jueves Santo en lugar del
Viernes, o la Quinta Angustia que argumentaba sobre el uso de túnicas por
nuestra Hermandad,[1] elevaron protesta ante la
Presidencia del Cabildo, -que desestimó la reclamación- al margen de las discusiones y protestas de
las mencionadas Hermandades, la nuestra hizo su Estación de Penitencia en su
correspondiente lugar por antigüedad y con relativa normalidad.
Los estrenos de 1844 fueron el
palio del paso de Nuestra Señora, de terciopelo negro y bordado haciendo juego
con el manto estrenado el año anterior y que fue costeado por el Mayordomo.[2] En el
paso del Señor figura un nuevo Cirineo adquirido por el Prioste y el Secretario
Primero.[3]
En el año 1846, se estrena un nuevo paso con
peana de caoba con frisos y molduras doradas que realizara don Antonio Montero,
quien dona el coste de la mano de obra, el resto del coste lo asume la Junta de
Gobierno de su propio pecunio, así mismo y también del bolsillo de los miembros
de la Junta de Gobierno se confecciona una túnica bordada para el Señor de
Pasión. Al año siguiente se estrenan los varales, la candelaria que se componía
de 70 piezas se tendría que esperar al año 1.849.
La Hermandad es invitada por la Autoridad a
participar en la procesión del Santo Entierro de 1850 (Se efectuaba la procesión
en la tarde del Viernes Santo) y cuyo coste extraordinario, conforme
especificaba el oficio de invitación, sería asumido por la Autoridad. Ese mismo
año el Jueves Santo nuestra Señora de la Merced estrena una saya bordada en
oro.
Una espléndida peana de cobre
plateado para el palio de Nuestra Señora de la Merced se estrena en la Semana
Santa de 1853, obra atribuida a Martínez Varela sobre un dibujo de Felipe
Azcona. Es entrenado también un estandarte de terciopelo blanco bordado con el
escudo corporativo.
Para no perder la costumbre, en
el Cabildo de Toma de Horas de ese año nuevamente hubo protestas en contra de
nuestra Hermandad, esta vez fue la Hermandad de la Veracruz pretendiendo salir
en nuestro puesto el Jueves Santo, nuestra Hermandad puso sobre la mesa las
Reglas demostrando su antigüedad de más de dos siglos. Vista la documentación
aportada por nuestra Corporación la Autoridad Eclesiástica al igual que la
Civil falló a nuestro favor.
En la Semana Santa de 1854 se
realiza un cambio de túnicas de los nazarenos pasando a ser moradas para los
tramos del Señor y blancas para los de la Merced. Las túnicas de los tramos del
palio se volvieron a reformar en 1857 siendo blancas y moradas. En el
mencionado año de 1854 se estrenó una Cruz de Guía.
El año 1860 la Hermandad estaba
pasando por situaciones bastante penosas por lo que se pensó en no hacer la
Estación de Penitencia. La Secretaría de la Hermandad cursó oficio al
Ayuntamiento para solicitar ayuda monetaria, ya que uno de los motivos por lo
que la Hermandad no podía hacer Estación de Penitencia era la falta de túnicas
para los nazarenos. El Ayuntamiento respondió al oficio asumiendo el coste de
las mismas, con lo que ese año se estrenaron todas, que por cierto hubo cambio
ya que ambos tramos tanto del paso del Señor como el de Palio se igualaron en
color siendo blancas y moradas.
El San Juan que actualmente posee
la Hermandad se estrenó en 1862, donado por Gabriel Astorga, lo que fue
agradecido públicamente por la Corporación.
José Mª. Villajos Ruiz, Secretario Segundo
[1] Sobre el tema de los
Cabildo a los que se hace mención, léase mi artículo insertado en el blog con
fecha 18 agosto de 2009 donde detallo los pormenores de los mismos.
[2] El Mayordomo era don José
Bermejo y Carballo.
[3] En 1844 El Prioste era
Antonio Rodríguez Zambrano y el Secretario Manuel Montero.
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