Adolfo Fiances Jaén, más conocido como Adolfo el del incienso falleció el pasado viernes día 1 tras sufrir un infarto. Todos los que más o menos nos movemos por el centro conocíamos a Adolfo, unos más que otros. Él era el responsable del olor que caracterizaba a los aledaños del templo del Divino Salvador, además nos impresionaba siempre verle montar su quiosco a los pies del muro de la torre del templo colegial, lloviera, venteara o bajo cualquier calamidad, siempre estaba allí para saludarte con un buenos días o con la típica palabra con la que despedía a sus amigos “suerte”. Ha muerto un hombre bueno, un hombre humilde, muy devoto del Señor y con un corazón inmenso. El hizo todo lo que pudo y más por crear el incienso del Señor, su nariz y su olfato dieron a luz al incienso que por segundo año ha perfumado los pasos del Señor cada Jueves Santo por Sevilla, ahora estaba inmerso en la creación del incienso de Ntra. Madre y Sra de la Merced. Aun me acuerdo aquella tarde fría de invierno probando las distintas mezclas que había realizado, el patio humeaba como si de una chimenea gigantesca se tratara y todo por conseguir la mezcla idónea para El. Al fin consiguió su sueño que según él era crear esta fórmula mágica que acompañara al Señor y lo hiciera suyo. Adolfo deja mujer y tres hijos menores de edad. Pidamos por su eterno descanso y por su familia que necesita de todas nuestras oraciones para salir adelante. El señor lo tendrá siempre en su gloria, seguro que esta ya perfumando el aire santo del paraíso del Señor. La Hermandad de Pasión te estará siempre agradecida. Hasta siempre amigo. D.E.P.
Pablo García Medina. Prioste 1º
