Comienza el curso. En Pasión este año no ha habido descanso. La actividad ha sido febril. Se ha restaurado la Santísima Virgen de La Merced, hoy esplendorosa y bellísima. La Sagrada Imagen y la obra realizada en ella será presentada mañana viernes a las seis de la tarde en nuestro entrañable templo colegial del Salvador, dando comienzo de forma tan singular el solemne besamanos anual. En ese mismo acto se entregará un importante donativo -fruto de las celebradas noches de vísperas del Corpus- a una parroquia muy necesitada así como a nuestra nueva fundación asistencial. También se están restaurando el Señor de Los Afligidos y San Juan, inicio de un largo rosario de restauraciones que abarcarán todo el patrimonio que posee la Archicofradía.
Pero no sólo aquí ha residido la febril actividad. La capilla sacramental de Pasión ha sido completamente restaurada y remodelada, devolviéndole su antiguo esplendor, luminosidad natural y ventilación. Para ello se ha reabierto el gran ventanal posterior que da al patio de los naranjos. Se han realizado estudios exhaustivos de composición sobre el maravilloso contraluz por el que, a ciertas horas del día, se podrá contemplar al Señor de Pasión -nunca le dará el sol pero sí la luz del día-. Se ha dignificado el espacio recuperando los materiales nobles del arco posterior de la capilla y los pedestales de la Santísima Virgen de La Merced y San Juan, antes de madera coloreadas simulando mármol. Se ha cambiado íntegramente la solería de mármol y reubicado las antiguas losas funerarias. Se ha restaurado el altar de plata devolviéndole su antiguo esplendor y volumetría -con la recuperación de su original porte arquitectónico, antes constreñido y forzado para poder ser introducido en el arco posterior-. Se ha hecho viable rodear el altar, posibilitando la contemplación y acceso posterior al Señor de Pasión y a la visión en su integridad del espacio arquitectónico de la Capilla. Comienzo de un curso apasionante.
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