sábado, 29 de agosto de 2009

ALGUNAS NOTICIAS SOBRE DON JUAN ESCALANTE, BENEFACTOR DE NUESTRA HERMANDAD


ALGUNAS NOTICIAS SOBRE DON JUAN ESCALANTE DE MENDOZA

HERMANO Y BENEFACTOR DE NUESTRA HERMANDAD

CABALLERO VEINTICUATRO DE SEVILLA

GENERAL DE LA FLOTA DE GALEONES A TIERRA FIRME

MERCADER Y AUTOR DEL LIBRO "ITINERARIO DE NAVEGACIÓN"

Hay constancia en el Archivo de Protocolos de nuestra ciudad que a finales del siglo XVI se recibían donativos en la Casa de la Contratación de Indias con destino a nuestra Hermandad, enviados por hermanos y devotos que residían en Nueva España o Tierra Firme, nombre dado a la parte más septentrional de América del Sur.

Agustín de Espinosa, Andrés Candel (Canel), Antonio de Montemayor, Cristóbal de Villegas, Diego de Figueredo, Fernando Delbín, Juan de Chávez, Pedro Méndez Santillán y Juan Escalante de Mendoza, son algunos de los que tengo referencia. En este artículo voy a reseñar algunas noticias sobre el último de los mencionados anteriormente: Juan Escalante de Mendoza.

Nace nuestro personaje en el Valle de Riva de Neva, Diócesis de Oviedo, hijo de García de Escalante y Juana de Mendoza, de las nobles y antiguas casas de Noriega y Mendoza, y la Concha de Colombres. Aprende sus primeras letras en Villa de Potes, de la merindad de Liébana, inclinado a las armas desde su niñez es instruido en ejercicios militares y marítimos.

Se traslada a Sevilla a la llamada de su tío Alvaro de Colombres, que por entonces era uno de los principales capitanes de naos que hacían la travesía transatlántica (la denominada por la gente de mar como Carrera de Indias). Comienza a navegar y a instruirse en el oficio de la mano de su tío, haciendo con él varios viajes a Tierra Firme y otros puntos al otro lado del Atlántico.

La capacidad de aprendizaje y desenvoltura en el navegar que demostró el joven Juan Escalante, le lleva a capitanear su propia nave a los 18 años de edad, haciendo el trayecto hasta Honduras con mercaderías propias y de otros comerciantes.

Su carrera fue meteórica, pues en apenas veinte años ya disfrutaba de buena fortuna y prestigio entre los hombres del comercio sevillano. Se emparentó por casamiento con la hija de un Oficial de la Casa de Contratación y formó parte del Cabildo Municipal como Caballero Veinticuatro.[1]

Pero veamos algunos hechos de nuestro protagonista motivo del artículo: Como ya hemos apuntado gozaba de prestigio de buen navegante, lo que le supuso se le confiara una flota compuesta por 49 navíos con destino a Tierra Firme, que en principio tenía prevista su salida en julio de 1595 y que se retrasó hasta el 10 de febrero de 1596, fecha que se hizo a la mar con mercaderías por valor de 500.000 pesos ensayados.[2]

En el año 1575 escribe su famoso libro "ITINERARIO DE NAVEGACIÓN DE LOS MARES Y TIERRAS OCCIDENTALES", escrito en forma de diálogo. Lo divide en tres partes con un profundo estudio sobre las rutas y noticias de navegación y náutica que se podían desarrollar en su tiempo, en particular todo lo referente a piratería y forma de defensa contra corsario. Tanto los cosmógrafos como los pilotos de la Carrera de Indias se sabían al dedillo el contenido del tratado en cuestión. El Consejo de Indias (Organo Supremo en los asuntos de Indias) que lo leyó y aprobó, lo consideró tan perfecto en todos sus apartados que prohibió se imprimiera para su publicación por temor que manos imprudentes lo hicieran llegar a navegantes extranjeros.[3]

Lo tenemos de nuevo navegando de factor en los galeones de la ruta de Tierra Firme en los años: 1603, 1606, 1608 y 1610.[4] Como era costumbre por entonces, además de las mercancías que transportaba a las indias por cuenta de los comerciantes, llevaba las suyas propias. Consignaba mercancía a los limeños Pedro Ruiz, Bartolomé Carreño Juan Montoya y otros. Todos ellos importantes hombres del comercio trasatlántico. También se le encuentra como pasajero a Indias en distintas fechas por su carácter de viajero, factor y mercader.[5]

Para terminar (aunque se me quedan en el tintero otras andanzas de nuestro protagonista) señalaré que como miembro del Concejo Hispalense en su calidad de Caballero Veinticuatro, demostró en diversas ocasiones el perfecto conocimiento que tenía de la navegación por el río Guadalquivir hasta su desembocadura en Sanlúcar, señalando los distintos puntos peligrosos que existían para las naves y mercaderías que surcaban su cauce.[6]

Se puede decir que Don Juan Escalante de Mendoza era el típico comerciante, armador y piloto de la Carrera de Indias. Pero sobre todo hombre de bien y gran cristiano (como lo demuestra en los consejos que deja ver en su "Itinerario" para el rescate y socorro de las víctimas en caso de naufragio) además de todo lo expuesto era hermano y benefactor de su hermandad: La de Jesús de la Pasión.

José Mª Villajos Ruiz


[1] Para ser Caballero Veinticuatro era imprescindible ser hijosdalgos

[2] El peso ensayado no era una moneda de curso, se puede decir que era "moneda imaginaria" que se tomaba como unidad en las Casas de Moneda de América para apreciar las barras de plata. (Enciclopedia Espasa-Calpe t.10)

[3] A.G.I.: Patronato 260 N2 R45

[4] A.G.I.: Contratación 5292 N55 Expediente de información y licencia como pasajero a Indias (Perú) Mercader - Patronato 284 N2 R132 reclamando diversos daños en navíos - (También he consultado el libro de Lutgardo García Fuente "Los Peruleros y el comercio de Sevilla con las Indias y La Avería en el comercio de Indias de Guillermo Céspedes).

[5] A.G.I.: Pasajeros L8 E 3229 - Indiferentes 2097 N159

[6] A.M.S. Actas de 1590 (También El Guadalquivir en la Historia de América de Carlos Pereyra en Revista de Indias y El Puerto de Sevilla a finales del siglo XVI de Luis Navarro García).

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