lunes, 3 de agosto de 2009

LA CASA DE BORBÓN Y LA ARCHICOFRADÍA SACRAMENTAL DE PASIÓN (V): DOÑA ISABEL ALFONSA DE BORBÓN Y BORBÓN


S.A.R. ISABEL ALFONSA DE BORBÓN Y BORBÓN

INFANTA DE ESPAÑA

CONDESA DE ZAMOYSKI

(1904 - 1985)

HERMANA DE PASIÓN

El 16 de octubre de 1904 la reina María Cristina de Habsburgo "Bama" y la infanta Isabel "La Chata", como las llamaban familiarmente, rezaban en voz baja el Rosario. Entretanto los familiares esperaban pacientemente en la dependencia anexa a la que ocupaba S.A.R. María de las Mercedes princesa de Asturias, que atendida por los médicos de Palacio esperaba su tercer hijo. El silencio de los doctores que la atendían significaba claramente que el parto se había complicado.

El anuncio de que era una niña rompió la monótona y a la vez impaciente espera. Pero la atención máxima se centraba en la madre que no reaccionaba ante nada. Su marido don Carlos de Borbón y el rey Alfonso XIII, ambos impacientes por ver a la recién nacida, entran en la habitación y lo que allí se encuentran fue tremendo, Mª de las Mercedes acaba de morir. España había perdido a su princesa de Asturias, Sevilla había ganado una Infanta Española: S.A.R. Dña. Isabel Alfonsa de Borbón y Borbón.

Bautizada en la capilla del Palacio Real y apadrinada por Alfonso XIII y la Infanta Isabel, su infancia transcurre en el Palacio Real al cuidado de su abuela "Bama". Sus correrías infantiles y juegos entre suntuosos salones, pinturas de Lucas Jordán, bronces de Pompeyo Leoni y columnas de Sabatini, junto con la exquisita educación que por parte de la reina María Cristina recibe, es la cotidiana vida de nuestra pequeña Infanta.

Al cumplir los tres años, su padre el conde Caserta contrae nuevas nupcias con la princesa de Francia Luisa de Orleáns, hijas de los condes de París, lo que no significó ningún cambio en la cotidiana vida de Isabel Alfonsa, ya que Dña. Luisa asumió a los hijos del anterior matrimonio de su marido como si fueran suyos; de hecho la Condesa de Barcelona nos relata en sus memorias que ella no se enteró hasta ser bastante mayorcita que sus hermanos Alfonso e Isabel Alfonsa eran hijos de otra madre.

La vinculación con Sevilla de Isabel Alfonsa es de siempre, ya desde muy pequeña solía visitar a sus familiares y pasar temporadas junto a sus otros hermanos en Villamanrique. Pero su definitiva vinculación vino cuando su padre es nombrado Capitán General de Andalucía y trasladan su residencia a nuestra ciudad en 1921.

Se inscribe como hermana de nuestra Archicofradía el 2 de febrero de 1924, un año después que su hermano Carlos. Hace juramento de Reglas ante nuestras Imágenes el 28 del mismo mes con la asistencia de los familiares y la Junta de Gobierno de la Hermandad presidida entonces por don Paulino de Leyva. La toma de juramento se realizó una vez terminada la Misa Solemne de Requiem que nuestras Hermandad celebró en sufragio del alma de S.A.R. Don Fernando de Orleáns (hermano de Dña. Luisa) y que fue oficiada por el Capellán de la familia don José Sebastián y Bandarán.

Su devoción a nuestros Titulares la hicieron merecedora de ser nombrada el 4 de junio de 1924 Camarera Honoraria de la Santísima Virgen de la Merced, acudiendo puntualmente cada vez que era requerida para los cambios en la vestimenta de la Virgen, haciéndolo hasta que se trasladó a Madrid. También hizo entrega a nuestra Hermandad de pañuelos de mano que habían pertenecido a su madre la Princesa de Asturias y otro que perteneció a Isabel II.

Infanta con una gran personalidad pero a su vez sencilla, al Rey su tío, le llamó desde que era una niña "Tío Rey", lo que a don Alfonso le hacia mucha gracia, tanta que acabó toda la familia llamándole así.

Se comprometió en matrimonio con el conde Juan Kanty de Zamoyski, que era hijo de una hermana de la abuela Caserta (madre de don Carlos de Borbón), en familia le llamaban "Jasz". La boda se fijó para el 9 de marzo de 1929, Isabel Alfonsa tenía 25 años. Pero el feliz acontecimiento se vio bruscamente alterado por la repentina muerte una semana antes de la reina Dña. María Cristina de Habsburgo, su muy querida abuela "Bama".

El fallecimiento de su abuela afectó de tal manera a Isabel Alfonsa que quiso retrasar su boda con el conde Zamoyski, pero con todo preparado, las invitaciones cursadas e inclusos algunos de los invitados extranjeros ya en Madrid, el Rey la convenció diciéndole que la pena no se le iba a pasar por retrasar unos meses la boda, por lo que debía casarse en la fecha fijada.

En día señalado, 9 de marzo de 1929, (que por cierto fue la última boda real celebrada en España, pues tendrían que pasar 66 años para que se celebrara otra) la capilla real de palacio brillaba en todo su esplendor. Los mayordomos de semana abrían el cortejo, seguía S.A.R. la Infanta Isabel Alfonsa ataviada con un vestido blanco adornado desde la cintura con ramitos de azahar dando el brazo a su tío el Rey que vestía uniforme de gala de la Armada Española con condecoraciones polacas, Toisón de Oro y collar de Carlos III, el novio luce el uniforme de la Real Maestranza de Sevilla con banda de Carlos III. Sobre el altar figuró un gran marco con la reproducción de la Virgen de Czestochowa, patrona de Polonia de cuyo país era el novio.

Los esposos fijaron su residencia en Checoslovaquia donde el conde Zamoyski poseía unos terrenos con manantiales de aguas termales, decide explotar el recurso natural y para ello pone manos a la obra en la construcción de un balneario. El negocio que aprecia bueno y rentable en principio se fue al traste, ya que lo quiso hacer con tanto lujo y comodidades que gastó todo su capital y el patrimonio aportado por su esposa al matrimonio.

La situación por las circunstancias ya referidas llegó hasta el extremo de hacer fracasar el matrimonio. Isabel Alfonsa decide separarse y se traslada a Sevilla con sus hijos, el conde Zamoyski se quedó en Cannes.

La condesa de Barcelona, hermana de la Infanta, en sus memorias (página 88) dice respecto al tema:

" … Jasz era un hombre simpático y con un "charme" enorme, pero lo malo es que como tenía un carácter polaco tan vehemente, cogía unos enfados y unos humores espantosos … "

La Infanta ya en Sevilla con todos sus hijos vive en una situación bastante precaria, sus hermanos la ayudaron en los primeros meses, la invitaban a pasar algunos días en Villamanrique, el Rey su tío poco la podía hacer desde el exilio y don Carlos su padre tampoco andaba muy sobrado de recursos. Pese a todo ello, sus padres sabedores de la afición por el campo y los animales, deciden comprar una pequeña finca en la antigua carretera del aeropuerto para que con su explotación sacara a su familia del atolladero.

Nuestra Infanta con su carácter borbónico español, sencillo pero enérgico, dejó atrás todo un bagaje esplendoroso lleno de fiestas, recepciones, banquetes, cacerías y espectáculos ecuestres. Desde entonces solo una meta sacar a sus hijos adelante, si para ello tuvo que vestir como una campesina, ponerse al volante de un todo terrero y repartir leche o darle de comer a las gallinas así lo hizo, sin que se le retirara de su extraordinaria personalidad ni uno solo de sus títulos, el empaque no se pierde nunca: "Yo soy así y si a alguien no le gusta me da igual" esta frase la repitió infinidad de veces.

Del matrimonio nacieron cuatro hijos: Carlos en 1930, María Cristina en 1932, José en 1935 y María Teresa en 1938. Todos se hicieron hermanos de nuestra Archicofradía el mismo día 15 de julio de 1946. Carlos y José fueron alumnos del colegio Villasis, como años antes lo había sido su tío el príncipe Carlos. Desgraciadamente dos de sus hijos, Carlos y Cristina, fallecieron muy jóvenes. José -heredero del titulo- vive en Madrid y su hija María Cristina es monja carmelita descalza en el monasterio madrileño del Sagrado Corazón.

Isabel Alfonsa pasó los últimos años de su vida en la residencia Claune, regida por las Hermanitas del Sagrado Corazón en la localidad de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde era visitada frecuentemente por sus hermanas y familiares, salía poco y cuando lo hacía solía acudir al palacio de la Zarzuela.

El día 5 de julio de 1985, fue trasladada urgentemente al Hospital de Aire al sufrir una trombosis cerebral que posteriormente y ya ingresada se le complicó con problemas graves cardiacos. Esta recaída no la superó falleciendo en dicho hospital el día 18 de julio. Los funerales y posterior entierro se celebraron en el Monasterio de El Escorial, presididos por SS.AA.RR. Don Felipe de Borbón y la Infanta Dña. Elena, siendo depositado su cadáver en el Panteón de Infantes. Levantó acta preceptiva en estos actos el ministro de Justicia Sr. Ledesma como notario mayor del Reino.

José Mª Villajos Ruiz

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