Alberto Durero: Niño Jesús, 1495.En unos pocos días, celebraremos el nacimiento del Hijo de Dios. El mismo al que, cada Jueves Santo y portando el pesado madero, acompañamos los hermanos de Pasión por las calles de Sevilla. Pero todavía están muy lejos esos días de penitencia: quedémonos con la imagen, sencilla y entrañable, de un Niño que ha llegado a la vida, una vida que a tantos otros recién nacidos, o simplemente engendrados, les es negada en estos tiempos. Va a nacernos un Salvador en estos fríos días del invierno. Don Miguel Mañara, fundador del sevillano Hospital de la Santa Caridad, en un casi desconocido texto de su mano, hacía alusión a los ásperos fríos sufridos por José y María en su camino hacia Belén: ese texto sigue leyéndose en su Hospital todas las Nochebuenas. No nos olvidemos tampoco, en estos días, de nuestros semejantes sometidos a pruebas similares: todos los viernes, la Comisión de Caridad entrega lotes de alimentos a muchos -cada día más- que los necesitan y acuden a nuestra Hermandad en busca de ayuda. Que este Niño, desnudo, desvalido, pero tan grande en su inmensa majestad y divinidad, nos devuelva un poco de ese calor humano que -a lo largo de los avatares que han ido modelando nuestra vida con los años- tal vez, sólo tal vez, se haya quedado escondido entre los recovecos de nuestros corazones. Que Dios nos bendiga a todos, y que esta Navidad sea, de verdad, una fiesta de amor y de paz entre los hombres de buena voluntad.
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